En cada etapa de la vida pueden presentarse enfermedades ginecológicas que pueden requerir tratamientos específicos. Cada situación puede ser única en cada mujer lo que hace necesaria la visita al Ginecólogo con el fin de obtener la solución más adecuada y oportuna.
En muchas oportunidades, por ejemplo, un sangrado anormal se puede resolver con un medicamento o un tratamiento hormonal. Sin embargo, un sangrado anormal puede ser la manifestación de enfermedades más complejas que requieren en algunas oportunidades procedimientos para determinar su causa y posteriormente tratamientos quirúrgicos.
De la misma manera, una consulta regular con el ginecólogo permite realizar exámenes que ayudan a la detección temprana de enfermedades pre-malignas o malignas y por lo tanto permitir un tratamiento más efectivo (por ejemplo, la mamografía).